domingo, 1 de noviembre de 2009

Aplicaciones terapéuticas del aloe Vera.


Se podría considerar al aloe vera como un “sanador universal”, que actúa a nivel celular para ayudar a curar y regenerar cada uno de nuestros órganos y tejidos, colaborando en su buen funcionamiento.

El sistema digestivo y excretor: Desde la boca (encías, sarro en los dientes, hasta el último tramo del intestino, previniendo el cáncer de colon o las hemorroides). Penetra en las paredes del sistema digestivo, consiguiendo eliminar las bacterias dañinas, facilitando la repoblación de una flora benéfica y favoreciendo la absorción de nutrientes. Su contenido en magnesio láctico reduce la actividad del estómago y su agente alcalinizador contrarresta la acidez y cura o previene úlceras. De vital importancia, pues “somos lo que comemos” y también lo que absorbemos, y un sistema digestivo que no pueda realizar bien sus funciones (problemas de digestión o absorción por exceso de ácidos -estómago-, bacterias -intestinos- etc.) no dejaría que los nutrientes necesarios lleguen a nuestros órganos y tejidos.

Afecciones de la piel: Quemaduras, heridas, inflamaciones, psoriasis, acné juvenil, manchas oscuras de la piel, infecciones por hongos… Los agentes cohesivos e hidratantes, así como su acción antioxidante y antienvejecimiento, y sus efectos desinfectantes, regeneradores y nutritivos, lo han hecho efectivo incluso en el tratamiento de la lepra, en algunos casos.

La artritis: Su poder antiinflamatorio y analgésico (la enzima bradikinasa, éster) ayuda en todo tipo de inflamaciones y lesiones. Su acción regeneradora de las células ayuda en la rotura de los tejidos y los huesos (en los casos de caídas por la pérdida de equilibrio), así como en la descalcificación, al estimular la formación de calcio y fósforo.

La diabetes: En diversas investigaciones se ha visto que disminuye el nivel de glucosa al inyectarse jugo de aloe en la sangre. Pero sobre todo se está utilizando en el tratamiento de los efectos secundarios, como inflamaciones, edemas y heridas.

El asma: El aloe estimula la actividad de los fagocitos, las células inmunológicas que controlan este problema respiratorio. El polisacárido acemanano influye sobre el sistema inmunológico al potenciar la acción de los macrófagos y las monokinas, que destruyen cualquier elemento invasor extraño. A lo largo de la historia ha quedado claro su potencial para tratar las enfermedades respiratorias, incluida la tuberculosis.

El corazón: Diversas investigaciones han demostrado la buena influencia sobre el corazón de las sales de calcio isocitrato, presentes en el aloe. Otros experimentos han demostrado la reducción de ataques de angina de pecho así como del colesterol LDL, el malo. Además, parece demostrado que la pulpa de aloe disminuye la presión sanguínea.

El cáncer: Muchas investigaciones actuales se están centrando en el aloe para el tratamiento del cáncer, así como de sus efectos secundarios. En concreto, en el acemanano de aloe vera, que ya se está utilizando en muchos casos y podría constituir un tratamiento efectivo en muchos casos de cáncer, como la leucemia. Las inyecciones subcutáneas de aloe y otros tipos de tratamientos con jugo de aloe, parece ser que contribuyen a reducir el tamaño de la masa tumoral.

El sida: El acemanano también ha demostrado ser de gran efectividad en el caso del sida, y totalmente desprovisto de toxicidad. Se han utilizado métodos combinados con otros productos naturales (como los ácidos esenciales omega 3) y dietas limpias de origen ecológico. Al mismo tiempo, combate a las innumerables enfermedades denominadas “oportunistas” (como el cáncer, úlceras, enfermedades de la piel…) por sus cualidades antivíricas (antraquinonas) y de reforzamiento del sistema inmunológico (bradikinasa, zinc, vit. C, betacaróteno…), estimulando además la multiplicación de los macrófagos, las células T y las células CD-4.

El Aloe Barbadensis Miller posee vitaminas tales como la Kl, B2, B6, B12, Vitamina C, minerales como Hierro, Calcio, Cobre, Zinc, Cromo, Fósforo, Magnesio, Proteínas. Desintoxica el organismo, limpia todo el aparato tracto-digestivo debido a la presencia de saponinas. Es inhibidor del dolor porque penetra en las capas profundas de la piel, tranquilizando a los nervios.
Es antinflamatorio, por esto es recomendado para casos de artritis, artrosis, etc. ya que penetra dentro de las enzimas que causan la inflamación evitando que la misma se extienda.
Emulsiona el colesterol permitiendo al organismo eliminarlo por si sólo.
El Aloe Vera limpia y purifica la sangre en el hígado, ademas de ser un coagulador de la sangre en cortes y heridas.
El Aloe Vera es un regenerador celular, tiene un efecto antibiótico y preventivo.
Se utiliza mucho en las terapias de cáncer, quimioterapia y radioterapias.
Utilizando Aloe Vera los pacientes de cáncer tienen menos reacciones negativas a estas terapias y responden mucho más rápido al tratamiento.
Cuando se aplica en heridas o quemaduras penetra en la piel y reemplaza los fluidos sin dejar que la oxigenación llegue a la herida. Acelera el proceso de recuperación y reduce el tamaño de la cicatriz.

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